Al querer introducir en tantas palabras lejanas y cercanas a una realidad, sería como hablarle a un seminarista de fornicaciones, que al yo  querer informarles sin maldad, cosas del destino que no tienen lógica, sin duda alguna  su mente seria errada ante mi concepto, para este lector y escritor con aquel arte de belleza rara y exótica de comunicación, usted quien se introduce sumergida mente al interior de mis paginas como el forastero a tierras desconocidas en busca de conocimientos, al decirle que es el amor, recuerdo, olvido, vida, muerte seria como querer enseñar una puesta de sol desde el brillo que impacta mi vista, pero solo queda dar los reflejos de su luz que han tenido el rose prematuro de mi vida, el placer de una sonrisa y festejos sin apresuramiento y carga de aquellos que llevan una marca, la tormenta apegada a el rayo predestinado a tal comienzo de un sentimiento de cerrar los ojos y tener un recuerdo que con sus mil y un marco de pintor que enmarca un momento lleno de  pintura alguna, por el cual yo llego a plantar mi semilla de conocimiento rodeado de miles de  raíces que se asemejan en la maleza llenos de tanta riqueza, es en ese momento por el cual será el esparcimiento de tanta rareza en la tierra para ver más allá de nuestros ojos y sentir cerca la Atlántida y descubrir ese misterio enigma del triángulo de las bermudas, el problema es que son sólo palabras que usted lector tiene acá la dominación de imaginar esta historia en su mente y percibir los colores y olores del ventarrón que impregnan mi pequeña flatulencia de los momentos irónicos y dolorosos, de él buen sentir de ver  mis ojos y su sombra cercana de mi vista.